Los Orígenes de Limbo Starr
Antes de que Limbo Starr se convirtiera en el hogar de tantas propuestas musicales, a partir de la publicación en 2001 del álbum debut de Nacho Vegas, y el primer EP de Maga, tuvo una prehistoria de la mano de Fernando Alfaro. En 1995, tras la disolución de Surfin’ Bichos, y la experiencia en el estudio de grabación con Kebrantas (grupo de David López), decidió montar una nueva banda, de nombre Chucho. En vez de seguir el camino tradicional de enviar maquetas a las discográficas, optó por la autogestión y fundó su propio sello para lanzar su primer EP. Su segunda referencia fue la recopilación de rarezas de Surfin’ Bichos titulada El infierno B, publicado en coedición con RCA, donde David, amigo y ferviente admirador de la música de Alfaro, era el A&R. Tras ese primer lanzamiento, Chucho firmó con Virgin, y el logotipo de Limbo Starr apareció en el primer álbum de la banda, 78 -ahora reeditado por Warner Music-, así como en un single y un EP de aquella época. Fue a finales de 1999 cuando David salió de la multinacional con la idea de montar su propio sello, proponiéndole a Alfaro asociarse, lo que hicieron junto a las parejas de ambos, Carmen S. Ulla e Isabel León. En búsqueda de nombre, decidieron hacerlo con el de LIMBO STARR, por la filia de David a la idea conceptual -todos albergamos una estrella, y podemos serlo en nuestro propio Limbo-, porque además de estar ya registrado, tenía un logotipo bien chulo. Intensos y románticos comienzos que se bifurcarían al poco, cuando las partes se dieron cuenta de la complicación de llevar adelante tal empresa en la distancia, y se concentraron cada uno en su faceta más afín. Lo demás, es historia y sigue escribiéndose hasta hoy.


Texto fundacional, diciembre de 2000
Decía Aldous Huxley que después del silencio es la música aquello que mejor expresa lo inexpresable. Todos utilizamos la música para soñar, para pensar, para decir, para sentir; está tan unida a nuestras vidas y a nuestras almas que difícilmente podríamos expresar lo que es, porque la música es en sí misma, y no entiende de definiciones, sólo necesita ser amada.
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Y es este amor a la música la motivación básica para la creación de Limbo Starr. Lejos de acotaciones estilísticas, la premisa de Limbo Starr es trabajar desde el respeto absoluto para el talento verdadero y duradero, a la par de dotarle de los mejores recursos a nuestro alcance con el afán de llegar a la mayor cantidad de personas (con capacidad para emocionarse sabiendo encontrar un sentido a nuestras propuestas). Abrir las puertas de esta casa, porque de eso se trata, de compartir emociones, vivencias, de crear mundos paralelos. Esperamos que Limbo Starr se convierta en verdadera referencia para el talento emergente y en un acogedor entorno para su desarrollo.
Sello, editorial y MGMT. Desde 2000 y desde Madrid: Nacho Vegas, Tachenko, Maga, Cuchillo, Remate, Litoral, Clovis, Reina Republicana, Ornamento y Delito, Franc3s, PAL, Jonston, Brian Hunt, Half Foot Outside, Isabel León (Is), Abraham Boba, Fantasma #3, Dj /göo!, El mató a un policía motorizado, Vacabou, Alborotador Gomasio, Disciplina Atlántico, Camellos, Gloriosa Rotonda, EdredoN, Pablo Wilson, Biela, Medalla, Da Loma, etc.

El documental LIMBO STARR Diez, cuenta atrás, dirigido por Diego Olmo (y estrenado en el Festival In-Edit en 2011) es un documento honesto, austero, con escasas concesiones a los tópicos del género, y puntuales intervenciones musicales, en el que se cuentan los primeros diez años de vida del sello a través de sus protagonistas. Humanizador y desmitificador, en él se reflejan sin filtros los vaivenes de llevar adelante un auténtico sello independiente.

David López es un profesional fuertemente vinculado a la música alternativa desde principios de los noventa. Primero como componente de Kebrantas, con quien publicó un único álbum, por título “Amateur” (Radiation Records, 1995), y paralelamente desde el 93 al 99 en el sello RCA, los dos primeros años conociendo las tuberías del negocio desde el Departamento de promoción, y los últimos cuatro como A&R local. En 2019 publicó “El espejo”, su álbum de debut con el nombre de Da Loma -alias que le acompaña desde sus años futbolísticos-, compuesto, grabado y ejecutado por él mismo en el Limbo Club.
C. S. Ulla es socia fundadora de Limbo Starr y, desde el principio, además de realizar mil y una tareas, se encargó de los aspectos estéticos, de confeccionar la web y de la mayoría de los diseños de nuestros discos; recibiendo por ello el primer premio UFI al mejor diseño gráfico por su trabajo para El manifiesto desastre de Nacho Vegas y Heavenly de Half Foot Outside.
