Descripción
Tracklist: 1. Campos de Marte 2. Suerte y relámpago 3. Dame una pista 4. Levántate 5. Mi amor, las mayorías 6. Genzor, cabalga 7. Estados libres de la Unión 8. Las cárceles 9. Mundo apache 10. Error, error 11. Vendaval 12. Ojo de halcón
Tachenko, en busca constante de su Santo Grial, la canción pop perfecta, y siendo conscientes de que esta no existe, han dejado por el camino joyas que ya ocupan un lugar destacado en la historia del pop contemporáneo, como “Amable”, “El tiempo en los Urales”, “El golf”, “Hacia el huracán”, “Escapatoria” o “Yo no quiero sonar moderno”, por citar solo una por disco, que hasta la fecha son cuatro álbumes y tres EP.
La palabra que mejor los define es clase, para elegir la palabra correcta, el arreglo ideal, el ritmo, el tiempo… Las labores compositivas recaen sobre todo en Sergio Vinadé y Sebas Puente, siendo éste el encargado de las letras, a estas alturas perfectamente reconocibles por su calidad, personalidad y sutilidad, apelando siempre a la lectura entre líneas para evidenciar una filosofía y actitud ante la vida que en su nuevo disco, El amor y las mayorías, quedan salpicadas inevitablemente por el panorama sociopolítico actual.
El álbum ha sido grabado íntegramente en Zaragoza, las bases en Luna Nueva y el resto del disco en La cafetera atómica, por Rafa Domínguez. La masterización ha corrido a cargo de Iñaki Llarena.
Tras tres años desde su último LP, los zaragozanos Tachenko vuelven con un disco cuidado al detalle y pulido en extremo, tanto en sonido como en las estructuras musicales de las composiciones, la configuración de las canciones e incluso en los textos.
Mimo en el proceso creativo y productivo que resulta patente desde primera hora con el primer corte “Campos de Marte”, tema con mucho feeling, los maños tienen en todo momento las cosas muy claras y las bases de su trabajo bien constituidas y sólidas. Ya sea en temas bailables como “Dame una pista”, en canciones más pausadas como “Levántate”, o bien en temas de corte más nostálgico como “Vendaval”; Tachenko suenan luminosos e iridiscentes, radiantes como Norma Duval en los 80.
Mención aparte merece la apuesta por nuevos sonidos, como los vientos y toques de bossa de “Mi amor, las mayorías”, sintetizadores tímidos y teclados que casi parecen asomarse con candidez por varios temas del disco; formando un conglomerado de pequeños detalles que le dan mucho encanto al conjunto, que siempre suman y nunca restan, y que le dan al tiempo muchísima personalidad.
El nuevo giro que han tomado los aragoneses en su nueva forma de trabajar sin duda hará las delicias de los amantes de la banda, que en este disco encontrarán las virtudes que siempre les han hecho grandes, y además tienden una mano a los nuevos adeptos que quieran adentrarse en su mundo. Sin duda esta es una buena manera de hacerlo. (La Fonoteca)